sábado, 28 de diciembre de 2013

LIVE FOREVER, 2013

Sugerencia. Qué coño. Obligado abrir todos los links. ¡Ahora con 85% más de risas!

Reconozco que no tenía muchas esperanzas puestas en este 2013. Me acuerdo perfectamente de todas y cada una de las veces que me he sentado a escribir un resumen tuitero. Podría elegir una palabra para describirlos, pero este año ha sido diferente. Recuerdo, por ejemplo, lo novedoso del 2010, un trolleo constante en 2012, o un humor como pocos en 2011. Pero este año se presentaba insulso, supersticioso. Como si ya lo hubiéramos visto todo y hubiéramos hecho chistes de cualquier cosa.

Qué ingenua fui, si nada más comenzar, en la surrealista noche del 10 de enero, pude sentir un terremoto en mi casa y tuitearlo en directo. ¿Fueron los Harlem Shake? ¿Fue el fluido alemán de Guardiola en su presentación con el Bayern? No sé qué fue, pero la tierra se movió. Y qué mejor forma de dejar de lado el imbécil mes de enero que descubriendo nuestro twitter archive, como si abriéramos nuestra carpeta del instituto. Hablando de institutos, alelada e imperiosa se presentó telefónicamente Sara Carbonero para liarla parda al otro lado del charco. De haber sabido que esa era su manera de hacer periodismo, le hubiéramos enseñado nuestra verdadera y fotoperiodística forma de hacerlo.
Cual meteorito llegando a Rusia, apareció la portada de El País. Añísimos parece que hubieran pasado ya. Bárcenas ya forma parte de nuestra historia, como Luis Roldán o el anuncio de Filipinos Blancos bestiales. Porque para qué salir a la calle si te puedes dedicar a copipegar sobres en el facebook del PP.


Hasta aquí todo normal. Que si fenómenos meteorológicos, que si políticos robando y jugadores del Real Madrid chivando. Nada fuera de lo común. ¿Qué nos quedaba por vivir en Twitter? Sacando nuestra to-do list, fuimos tachando la llegada de un nuevo Papa y nuevo rey en Holanda. Menos mal que estaban los tuiteros videntes para llevarnos la exclusiva. Un certamen de Miss España, y nos habremos pasado la vida, así en general.


No sé qué nos pasó con las piscinas. Y las caídas. Ya estábamos acostumbrados a ir en picado, pero a esto es lo que yo llamo coronarse.

                              

Entre varanazo anterior y varanazo posterior, aparecieron también unas bacterias fecales en la tarta de Ikea. Vamos, que era una mierda. Y carne de caballo. Todo por pagar un euro en la comida de los muebles. No me extraña que se llorase tanto el día que whatsapp pasó a ser de pago. Veladores natos de nuestro dinero, se nos fue la vida en protestar. Estamos hablando de 80 importantes céntimos, por favor. Así que la cosa iba de manifestarse: tuvimos que aprender lo que era un escrache, fuimos testigos de la manifestación pro-Mourinho de Toñín el torero, y vimos a la Pantoja arrastrada. Pero la imputada hija de BorbonCop no nos levantó. A unos les levantó el Borussiazo. A otros, el Bayernazo. O el centedenariazo. Sin olvidar el mitiquísimo Lolaso. Y a todos, el vídeo del mamazo. “Palanquilla” se añadió a la lista de posturas conocidas.
La terminal de salidas y llegadas futboleras se empieza a llenar y nos pone de un cachondo intenso. El Atleti compró a Villa al modo Avenida de Cataluña del Monopoly: una mierda de precio que siempre sale rentable. Culebrones brasileños y galeses, zascas Floperianos en su tertulia deportiva a ritmo (épico) de rap. Qué lejos han quedado los Falcaos, Abidales, Oziles e Higuaínes. Y los Josés. No mintáis, vosotros también lo echáis de menos. Seguimos manteniendo la esperanza.


A la selección le pintaron la cara en la Confederaciones. Pero como diría el señor Maroto, "¿la estrella en el pecho, quién la lleva?" (fin - queríamos más - de la cita). Ya veis, con la de tiempo que llevamos aquí y todavía hay quien no deja de sorprender. Digno de decir que yoraste e hiciste RT.

                   
Lo superficial, lo efímero, la broma y la risa desaparecen de repente cuando la realidad te da en las narices: nuestro @israel_pr no estaba bien. Nada bien. Con nuestros avatares chaplilianos no nos quedaba más que pedir por que todo fuese una pesadilla. En medio de todo aquel momento, destacó la labor de @josedecelis. No todo el mundo tiene la suerte de tener un amigo como él. Allí donde se entremezclaban la amistad, la angustia y la vocación, nos tuvo informados y nos alentó a todos a animar a Isra. ¡Si hasta hicimos un vídeo y todo! A nuestra modesta pero siempre esperanzadora campaña se unieron adeptos como Borussia Dortmund, Cárlos Cuéllar, Love Of Lesbian, su Athletic, y su gran Julen Guerrero, entre cientos y cientos de personas. Todo parecía fácil y difícil a la vez. Las noticias llegaban con cuentagotas, pero eran buenas. Cada vez mejores. Un noséquéquequéséyo cuando volvió. La lección de fortaleza más grande que he visto en mucho tiempo. Consiguió reunir a muchos (mis muy queridos) haters. Qué grande eres, Isra.

Ya veis, lo bueno se transmite por kilómetros a la redonda sin necesidad de mirarnos a los ojos. Por eso cuando ese vimos ese jodido tren, en tamaña víspera, reconocimos que todo estaba siendo demasiado cínico. No mucho más cínico que aprovechar aquello para hacer algo a lo que llaman humor. Que no os embauquen llamándoos hipócritas. Son sinvergüenzas. Corruptos morales. Impresentables. Los mismos que justifican que pueda hacerse humor de tal cosa porque otros se han reído de otra. Esos que luego piden perdón cuando se topan cibernéticamente con un familiar. Un gran avance, cual caníbal que aprende a comer con cubiertos. Pero qué más dará. Teníamos presentimientos. Este picor de niki era diferente. En ese maldito tren había gente que conocíamos sin conocernos. Allí esta @van_Palomaain. Las despedidas fatídicas no son mi fuerte, creo que no son de nadie. Pero cuando hay quien tiene pluma exponencial, es mejor encomendar la tarea a ese alguien. Cuatro líneas y te rompe. Hasta siempre Dick.

A Dios gracias que siempre termina volviendo el fútbol para despejarnos la mente. Posiblemente para seguir comentando titularidades y tópores varios. ¿O es porque esperamos con ansia los retweets de @antoniocatorce? ¿O porque morimos por leer la destructiva, soberbia y fulgurante opinión de @calotejon? Oscar a la mejor dirección, guión original y reparto a Calote. No descartemos, por supuesto, el desear el fútbol por nutrirnos de la sapiencia de Fonsi. Y porque el Chiringuito somos todos. Menudos hijos de paragüeras los que no le pagaban a Pedrerol. Aparece el otoño y eso es sinónimo de series. Llegaron las Season Finale de Breaking Bad y Dexter. La primera se la sacó y se resfrió. La segunda ya tal.

La mejor época del año tuitero es esa donde pasan cosas que ni tú mismo entiendes. Una no se explica que se vitoree en la puerta del juzgado a un futbolista que hace cosas raras impuestísticamente. Tampoco captamos lo de birlar una llama e irte de juerga con ella. A mí me dices que se la ha llevado el genio dadaísta Manolete y me lo creo. Y me cuadra. Igualmente puedes echar ladrillos guiris al mar. Marcarte un peroperopero con las caras de los jugadores en el Pro. O indignarte por un tontianuncio de la RAE. Y alucinar con el monje Shaolín de Bilbao. Toma combobreaker, Patxi. ¿Qué será lo próximo? ¿Que los drones de Amazon dirigían al intérprete del entierro de Nelson Mandela? ¿O que posiblemente sean el CM de Mundo Deportivo?

  


Aun así, en Twitter somos muy de costumbres. De mesa camilla tuitera (sofá, manta y RTs para otros). Hemos homenajeado, unos con más acierto que otros, a demasiados filipinos, a Pepe Sancho, Mariví Bilbao, Bigas Luna, a aquellos que sólo querían correr una maratón, Sara Montiel, Margaret Thatcher, José Luis Sampedro, Alfredo Landa, María de Villota, Manolo Escobar, Paul Walker, Madiba y a otros tantos que siempre recordaremos. Nos sigue gustando hacer hashtags como el de #películaslight. Y para seguir a la altura de la circunstancias, nos encantan las nuevas latas de cocacola y los nuevos relaxing cups. Continuamos manteniendo un alto nivel troll, como aquel día de @Kanrolas. Cuando ya estaban inventadas todas las cuentas del mundo, llegaron el fake de Maldini y @Quesueneculto. Y el clásico "no lo puse yo, me robaron el tweet". 

Ya veis, todo sigue en orden. No hemos sido infieles a ninguno de nuestros principios. Así que larga vida a este 2013, por duro que haya sido. Y, si me lo permitís, quiero dedicarle este año a mi padre, por haber convertido este año en toda una proeza y una lección. Y porque ahora podemos celebrarle dos cumpleaños.

¿Está usted a favor de este resumen? En caso afirmativo, ¿me lo hará saber? Y si no, ¡desmiéntemelo!


Live Forever, 2013.